Monitor laboral

I. Empleo formal e informal

Empleo formal

Este indicador mide el número de personas registradas en empleos formales, es decir, aquellas que cuentan con seguridad social, prestaciones y derechos laborales conforme a la ley. Un crecimiento en el empleo formal suele reflejar un entorno económico favorable y mayor cumplimiento de regulaciones laborales. Asimismo, el aumento del empleo formal también puede estar relacionado con la mejora en las condiciones laborales y el fortalecimiento de la economía formal. Por otro lado, una disminución en este indicador puede ser síntoma de crisis económica, caída en la inversión o cambios en la estructura del mercado laboral.

Empleo informal

El empleo informal incluye a trabajadores sin acceso a seguridad social ni garantías laborales formales, lo que los expone a mayor vulnerabilidad económica y social. La presencia elevada de este tipo de empleo suele incrementarse en periodos de crisis económica o ante falta de regulaciones efectivas en el mercado laboral. Un alto porcentaje de empleo informal puede indicar problemas estructurales en la economía, como la incapacidad de las empresas para generar empleos formales o dificultades para que los trabajadores accedan a mejores oportunidades.

II. Tasa de desempleo

Tasa de desempleo total

Este indicador mide el porcentaje de personas en edad de trabajar que están activamente buscando empleo pero no logran encontrarlo. Es un barómetro directo de la salud del mercado laboral y de la dinámica económica en general. Un aumento en la tasa de desempleo puede reflejar dificultades en la creación de nuevos empleos, disminución en la inversión o periodos de inestabilidad económica. Por el contrario, una disminución en este indicador suele asociarse con un mercado laboral más activo, aunque también puede reflejar una menor participación laboral si las personas abandonan la búsqueda de empleo por falta de expectativas

Brecha en la tasa de desempleo

La brecha en la tasa de desempleo mide la el ratio en la tasa de desocupación entre hombres y mujeres. Este indicador es crucial para comprender las desigualdades de género en el acceso a oportunidades laborales. Una brecha amplia puede reflejar barreras sistémicas que dificultan la participación femenina en el mercado laboral, como desigualdades en la distribución de responsabilidades familiares o la segregación ocupacional. La reducción de esta brecha contribuye a una economía más incluyente y equitativa.

Relación Empleo-Población

Este indicador mide el porcentaje de la población en edad de trabajar que está empleada. Es una medida clave para evaluar la inclusión laboral y el aprovechamiento del potencial productivo de una economía. Un incremento en esta relación suele reflejar una mejora en la generación de empleo, mientras que una disminución puede indicar problemas en el mercado laboral o una baja participación económica.

Brecha en la relación Empleo-Población

Este indicador mide la diferencia porcentual en la relación empleo-población entre distintos grupos (como hombres y mujeres, jóvenes y adultos, entre otros). Una brecha amplia puede reflejar desigualdades estructurales en el acceso al empleo, lo que impacta negativamente en el crecimiento inclusivo y en el desarrollo social.